DEDICATORIA


A mis padres, Nieves Roa y Teodoro Becerra, a mis hermanos, Antonio Ramón, Carmelo Obdulio, Gonzalo Augusto, José Teodoro, María Serafina, Consuelo Delfina, José Amable.
A  mi entrañable  esposa, Isaura Contreras, a mis hijos, María Alejandra, Rubén Darío, Daniela Jusanny.        
Al Consejo Nacional de la Cultura (CONAC) y a la Fundación Casa del Artista,  por su  valiosa y permanente solidaridad.
Al   Dr. Fernando Fuenmayor, mecenas del arte en Caracas.
A mi maestro y amigo Juan Calzadilla, poeta y crítico de arte.
A mi recordado condiscípulo, el poeta Eduardo Vélez quien me enseñó el camino luminoso   de la poesía.  Al poeta  Rafael Guerrero inolvidable maestro y hermano en la recordada   “Cueva  Pictolírica”.